GENTE CON INCAPACIDAD PARA EXPERIMENTAR PLACER POR LA MÚSICA
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| Stephen Bayley |
Si usted es de los que piensa que a quien no le gusta la música está muerto por dentro, un reciente estudio médico lo alejará de dudas y, sobre todo, de prejuicios.
La Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (IDIBELL), llevó a cabo el pasado 6 de marzo un estudio (publicado por la revista Current Biology) sobre la sensibilidad musical en las personas.
El integrante del departamento de Sicología Básica de la UB, Joseph Marco-Pallarés, realizó un experimento con tres grupos de diez personas cada uno, obteniendo respuestas emocionales altas, medias y bajas a la música.
El ejercicio fue sencillo: las personas escuchaban piezas como Las cuatro estaciones (Vivaldi), Carmina Burana (Carl Orff), entre otras, y el departamento de investigación registraba los cambios físicos que se presentaban.
Las personas sensibles a la música mostraron un incremento en la actividad cardíaca y en la conductancia, esta última definida por la neurociencia como la capacidad de la piel para conducir electricidad.
Quienes no presentaron dichos cambios, en efecto, no estaban muertos por dentro. Estas personas sufren lo que se conoce como Anhedonia: incapacidad para experimentar placer.
Marco-Pallarés aseguró que "los resultados muestran cómo personas sanas, sin patologías asociadas al sistema de recompensa o con problemas para percibir la música, no responden emocionalmente ante la música".
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